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Muchos procesos implican la transferencia higiénica de productos viscosos, desde salsas hasta silicona. Estos materiales espesos plantean desafíos especiales al proceso de bombeo. Afortunadamente, los principios de ingeniería son fáciles de entender y, una vez comprendidos, pueden ayudar a los ingenieros a evitar errores comunes.

Todos los procesadores de alimentos tienen una historia sobre equipos de planta que les dejaron un sabor amargo. Por ejemplo, unos operadores hicieron pasar un producto viscoso por una bomba centrífuga diseñada para líquidos ligeros para acomodar un nuevo producto. Descubrieron que los trozos de tomate se convertían en sopa de tomate. En muchos casos, la bomba no es la culpable; más bien, se está utilizando el tipo de bomba incorrecto para la aplicación.

Según una estimación, al menos el 75 % de los fabricantes de alimentos del Reino Unido cuentan con una bomba de doble diafragma operada por aire (AODD). Para evitar impactos negativos en los presupuestos de operaciones y mantenimiento, los operadores deben comprender cuándo una bomba AODD es la opción ideal.

La actual escasez de trabajadores cualificados en la industria de procesamiento de alimentos subraya la necesidad de contar con equipos fiables y de fácil mantenimiento.

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No importa qué industria, los medios viscosos, desde mantequilla de maní hasta polímeros, dictan las características requeridas de una bomba diseñada adecuadamente para transferirlos de un paso de procesamiento al siguiente de manera productiva y oportuna.

Con numerosos estilos de bomba que sirven para varios propósitos, seleccionar el estilo y el tamaño correctos de la bomba puede mejorar la eficiencia de la producción, aumentar la seguridad de la planta y reducir el tiempo de inactividad innecesario. Examinar la bomba AODD y sus características/beneficios puede ayudar a determinar si este estilo se adapta mejor a los parámetros de la aplicación.

Una bomba sanitaria bien hecha y correctamente diseñada que se use según lo previsto debe durar muchos años con un mantenimiento mínimo. Aún así, como con cualquier máquina, las bombas sanitarias tienen elementos de desgaste y parámetros operativos que, cuando se ven comprometidos, pueden afectar la vida útil del equipo y, en última instancia, la calidad del producto producido en la instalación.

En los establecimientos de procesamiento de carne, una bomba con fugas es un problema común y frustrante al que se enfrentan los ingenieros de mantenimiento.

Las bombas sanitarias utilizadas en el procesamiento de alimentos y bebidas y productos farmacéuticos tienen requisitos especiales que afectan su costo total. Esto se debe a su papel crítico en la seguridad y su necesidad de limpieza a fondo. Al seleccionar una bomba para una línea de procesamiento, el costo total de propiedad (TCO) no debe dejarse para el final de la discusión.

A raíz de la pandemia de COVID-19, Estados Unidos está experimentando actualmente una escasez de mano de obra que afecta tanto a los fabricantes como a los consumidores. Desde productos, equipos y suministros varados en alta mar hasta la escasez de mano de obra en toda la cadena de suministro, este es un momento desafiante para los fabricantes.

Las bombas sanitarias se utilizan en casi todas las plantas de procesamiento de alimentos y bebidas para transportar aceites, lodos, aditivos, saborizantes, azúcares, carnes/aves de corral y más desde las tolvas hasta las trituradoras, mezcladoras, formadoras y líneas de envasado primario. Estas bombas deben recibir el mantenimiento y el servicio adecuados para cumplir con los estándares de seguridad alimentaria y garantizar la productividad y la integridad del producto.